Manejo de la muerte y el duelo
Los múltiples rostros de la muerte
La muerte es un hecho biológico, pero
también tiene hechos sociales, culturales, históricos religiosos, legales,
psicológicos, del desarrollo, médicos y éticos, y a menudo estos están
estrechamente entrelazados.
Aunque la muerte
y la pérdida son experiencias universales, tienen un contexto cultural. Las
actitudes culturales y religiosas hacia la muerte y la agonía afectan los
aspectos psicológicos y del desarrollo de la muerte: como enfrentan personas de
diferentes edades su propia muerte y la de quienes están cercanos a ellas.
Por lo general,
se considera que la muerte es el cese de los procesos corporales. Sin embargo,
los criterios para la muerte se han vuelto más complejos con el desarrollo de
aparatos médicos que pueden prolongar los signos básicos de la vida. Estos han
generado preguntas acerca de si los soportes de la vida deben retirarse y
cuando, así como el criterio de quien debe prevalecer. En algunos lugares, la
afirmación de un “derecho a morir” ha llevado a las leyes a permitir o prohibir
a los médicos que ayuden a una persona con una enfermedad terminal a concluir
una vida que se ha convertido en una carga.
El contexto
cultural
Las costumbres
concernientes a la inhumación y recuerdo del fallecimiento, la trasferencia de
posesiones e incluso la expresión de la afiliación varían de manera
considerable de una cultura a otra y a menudo son regidas por preceptos
religiosos o legales que reflejan la visión que tiene una sociedad acerca de la
muerte y lo que sucede después.
Algunas
costumbres modernas han evolucionado a partir de las antiguas: tales como el
embalsamiento y la momificación.
La revolución de
la mortalidad
Esta se produjo
por los avances en la medicina, las condiciones de salubridad, los nuevos
tratamientos para las enfermedades que alguna vez fueron fatales y una
población mejor educada y con más conciencia de la salud.
La muerte se ha
vuelto invisible y abstracta a medida que se convierte cada vez más en un
fenómeno de la vejez.
En la
actualidad, la tanatología, el estudio de la muerte y la agonía está generando
interés por lo que se han establecido programas educativos para ayudar a la
gente a enfrentar la muerte.
Cuidado el
moribundo
Estos incluyen
el cuidado en el hospicio y los grupos de autoayuda para los moribundos y sus
familias.
El cuidado de
hospicio es un cuidado personal para los enfermos terminales, centrado en el
paciente y en la familia. Se enfoca en el cuidado paliativo. Este cuidado puede
tener lugar en el hogar, hospital u otra institución. Los miembros de la
familia suelen tener una participación activa.
Enfrentar la muerte y la perdida: aspectos
psicológicos.
Confrontar la propia muerte.
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